LA HABANA — ParecĂa otra señal de esperanza en medio de una larga historia llena de conflictos.
Mientras miles de cubanos despedĂan a Fidel Castro el lunes, el primer vuelo regular desde Estados Unidos en más de 50 años aterrizaba en La Habana.
No obstante, el presidente electo Donald Trump advirtiĂł ese mismo dĂa que el esfuerzo para establecer lazos con Cuba luego de dĂ©cadas de enemistad podrĂa desvanecerse rápidamente.
“Si Cuba no está dispuesta a tratar mejor al pueblo cubano, la gente cubanoestadounidense y Estados Unidos en general dará por terminado el acuerdo”, publicĂł en Twitter.
El mensaje de Trump amenazaba con terminar una de las iniciativas de polĂtica exterior más importantes del presidente Barack Obama. La transiciĂłn que promoviĂł Obama para relajar las restricciones sobre el comercio y las transacciones financieras con Cuba nunca fueron parte de un Ăşnico “acuerdo”, más bien fueron parte de la determinaciĂłn de que reestablecer lazos con la isla traerĂa más cambios que dĂ©cadas de aislamiento.
“Los cambios van a llegar a Cuba. Deben hacerlo”, expresĂł Obama despuĂ©s de anunciar el descongelamiento de las relaciones en diciembre de 2014.
Desde entonces, el número de estadounidenses que visitan Cuba ha aumentado rápidamente. Miles de millones de productos de tiendas estadounidenses como Wal-Mart y Best Buy, pagados con tarjetas de crédito de Estados Unidos, viajan a Cuba cada año, de acuerdo con las estimaciones de algunos expertos. Los restaurantes, teléfonos celulares y el internet han cambiado el ritmo y las expectativas de la vida de los cubanos.
Sin embargo, muchos han atacado a Obama, con el argumento de que dio mucho a los cubanos en muy poco tiempo, sin pedir primero que ofrecieran más garantĂas polĂticas.

Ahora, despuĂ©s de dos años de las Ăłrdenes ejecutivas promulgadas por Obama para fortalecer los vĂnculos con Cuba y de millones de dĂłlares de inversiĂłn estadounidense, queda una pregunta: ¿puede revertirse esta reconciliaciĂłn?
Incluso algunos funcionarios de la administraciĂłn de Obama reconocen que el descongelamiento es muy vulnerable y puede revertirse, debido a que gran parte de este ha sido logrado mediante la acciĂłn del ejecutivo. Por ejemplo, Trump podrĂa ordenar al Departamento de Estado revisar la decisiĂłn del año pasado de retirar a Cuba de la lista de estados patrocinadores de terrorismo y suspender las relaciones diplomáticas que fueron restablecidas en el verano cuando se abrieron embajadas en La Habana y en Washington.
Sin embargo, Josh Earnest, el secretario de prensa de la Casa Blanca, sostuvo esta semana que podrĂa ser difĂcil para Trump revertir una polĂtica que ha generado acuerdos comerciales y beneficiado a la poblaciĂłn de ambos paĂses. SubrayĂł que pronto habrá 110 vuelos diarios de Estados Unidos a Cuba, sin mencionar las inversiones realizadas por los operadores de cruceros, tours y hoteles que se preparan para estas visitas.
“Deshacer todo esto es mucho más complicado que un plumazo”, opinĂł Earnest y añadiĂł que “no es tan simple como podrĂa parecer en un tuit”.
El gobierno cubano ha guardado un silencio poco comĂşn frente a amenazas que Trump hizo durante su campaña y, en cambio, decidiĂł enviar una nota de felicitaciĂłn despuĂ©s de su elecciĂłn. Sin embargo, cuando Trump asuma el poder y sus palabras se conviertan en polĂtica, “el gobierno cubano tendrá que responder, aunque esperemos que con moderaciĂłn”, afirmĂł Ricardo Torres, profesor de economĂa en la Universidad de la Habana.
Torres explicĂł que habrĂa mucho que perder si las concesiones se revirtieran. Dice que La Habana probablemente actuará con moderaciĂłn en sus tratos con la administraciĂłn de Trump. Sin embargo, la postura antagonista de Trump podrĂa alentar a las figuras en el gobierno cubano que siempre se mostraron recelosos de los estadounidenses y estuvieron en contra de suavizar las relaciones negociadas por el presidente RaĂşl Castro, hermano de Fidel.
“No hay duda de que este es un mal comienzo”, declarĂł Torres.
fuente:http://www.nytimes.com/