Estados Unidos arde y las llamas han revivido un asunto que el paĂs lleva siglos sin resolver: el racismo.
Las manifestaciones por la muerte de George Floyd, un afroestadounidense de 46 años a quien un policĂa le presionĂł el cuello con la rodilla durante más de ocho minutos, se han extendido por más de 75 ciudades del paĂs.
Los disturbios que han acompañado algunas de estas protestas han sido considerados tan graves como los que ocurrieron a partir del 4 de abril de 1968, dĂa en que fue asesinado Martin Luther King Jr., lĂder en la lucha por los derechos civiles en EE.UU.
Y precisamente la muerte de Martin Luther King Jr. fue la inspiración para que Jane Elliott, una profesora de tercer grado en una escuela rural del estado de Iowa, comenzara a enseñarle a sus alumnos qué es el racismo y el daño que causa.
Desde entonces, Elliott, de 87 años, se ha convertido en una reconocida educadora a nivel mundial quien mediante ejercicios prácticos enfrenta a las personas a sus propios prejuicios y pone en evidencia comportamientos racistas que muchas veces las personas tienen sin darse cuenta.

Frente a las protestas que se viven en EE.UU., Elliott considera que es "una situaciĂłn que creamos los blancos, estamos viviendo las consecuencias de nuestro comportamiento", segĂşn dice en entrevista con BBC Mundo.
"No puedes abusar de un grupo de gente inteligente durante 300 años y esperar que aguanten indefinidamente".
Una simple pregunta
Uno de los mejores ejemplos de las lecciones de Elliott está registrado en el documental de 1996 “Ojos azules”, que toma su nombre del ejercicio por el que se hizo famosa.
En una parte del documental, Elliott se dirige a un auditorio conformado por personas blancas.
“Quiero que se ponga de pie cada persona blanca en este salĂłn que estarĂa felizde ser tratada de la manera en que esta sociedad en general trata a los ciudadanos negros”, le pide Elliott al pĂşblico.
En la sala se hace un incĂłmodo silencio, mientras los asistentes miran a Elliott.
“¿No entendieron la indicaciĂłn?”, insiste Elliott. “Si ustedes, gente blanca, quieren que los traten como se trata a los negros en esta sociedad, pĂłnganse de pie”.
“Nadie se para”, dice Elliott tajante despuĂ©s de varios segundos.

“Eso dice claramente que ustedes saben lo que está ocurriendo y saben que no lo quieren para ustedes”, concluye la profesora. “Quiero saber entonces por quĂ© están tan dispuestos a permitir que le ocurra a otros”.
Elliott creen que las personas blancas no se atreven a hacer algo al respecto "porque entonces serĂan tratados de la manera en que tratan a las personas de color en este paĂs", segĂşn le dice a BBC Mundo.
"La gente blanca sabe que no es algo que deba preocuparles mientras no les pase a ellos, y no se levantan porque entonces les pasará a ellos".
Ojos azules, ojos café
La desafiante pregunta de Elliott es una de las estrategias que ha utilizado para mostrar cĂłmo el racismo es algo que las personas han normalizado.
Para mostrar el daño que puede causar que alguien se sienta superior a otro solo por el color de piel, Elliott diseñó un ejercicio para sus alumnos de tercer grado al que llamĂł “Ojos azules, ojos cafĂ©”, y que puso en práctica justo un dĂa despuĂ©s de la muerte de Martin Luther King Jr.
Para el ejercicio, Elliott dividiĂł a la clase en dos grupos. FabricĂł unos collares de tela cafĂ© y se los puso a los estudiantes que representarĂan al grupo de ojos cafĂ©.
Luego, les hizo creer a toda la clase que los de ojos café eran superiores a los demás, les dijo que eran más inteligentes y más limpios y les dio privilegios, como más minutos de recreo, por ejemplo.

TambiĂ©n dijo que los niños de ojos azules lo estropeaban todo y que si querĂan beber de la misma fuente de agua que los niños de ojos cafĂ©, debĂan usar vasos desechables para no contagiarlos.
El lunes siguiente Elliott repitiĂł el ejercicio, pero con los roles invertidos, y al final le pidiĂł a sus alumnos que comentaran la experiencia.
Muchas de las respuestas fueron similares a las de Debbie Hughes, una de las estudiantes cuyo testimonio recoge el portal del Instituto Smithsonian.
“Los que tenĂan ojos cafĂ© discriminaron a los que tenĂan ojos azules”, dijo la chica. “Yo tenĂa los ojos cafĂ© y sentĂa que podĂa pegarles si quisiera”.
“Cuando cambiamos de roles, sentĂ que querĂa abandonar la escuela, tenĂa rabia. AsĂ es como se siente cuando te discriminan”.
Elliott se ha referido a su ejercicio como una “inyecciĂłn del virus del racismo”.

El ejercicio de “Ojos azules, ojos cafĂ©” cobrĂł fama mundial, miles de personas han participado de Ă©l en distintos paĂses y en 2016 Elliott fue una de las 100 mujeres destacadas por la BBC.
La experiencia, sin embargo, tambiĂ©n generĂł polĂ©mica. Algunos lo llamaron un experimento “orweliano” que enseña el “autodesprecio” y un columnista de Denver lo llamĂł “malvado”, segĂşn menciona el Instituto Smithsonian.
Es solo melanina
Los ejercicios de Elliott están enfocados en mostrar cómo el racismo es algo que, según ella, se inculca desde la niñez.
“Cualquier persona blanca que haya nacido y se haya educado en EE.UU., si no es racista, es un milagro”, dijo Elliot en una entrevista con la cadena PBS.

“El racismo es una reacciĂłn aprendida, nadie nace sintiĂ©ndose superior, la superioridad se enseña y eso es lo que enseñamos en este paĂs”, dice la profesora.
SegĂşn Elliott, en EE.UU. la educaciĂłn está hecha con el fin de “mantener a toda costa el mito de la supremacĂa blanca”.
Pero asà como el racismo es algo que se construye, Elliot sostiene que también se puede destruir.
“A la gente se le puede enseñar a abandonar el racismo”, dice Elliot a PBS.
“El color de los ojos y de la piel se deben a un mismo quĂmico: la melanina. No hay ninguna lĂłgica en juzgar a las personas por la cantidad de un quĂmico en su piel”, concluye la profesora.
fuente bbc.com