Por
Alejandro Jerez Espinal
El ser humano es
parte esencial de la naturaleza, su razón de ser y existir deben estar en
armonía y consonancia con la Madre Naturaleza como única alternativa de lograr
el correcto equilibrio y la sostenibilidad y supervivencia del hombre sobre la
tierra.Sin embargo, desde mediados del siglo pasado se hace más que evidente
que la demanda de recursos existentes en los ecosistemas del planeta están por
encima de la capacidad de la tierra de regenerar sus recursos.
Son las personascon
sus creencias, hábitos y prácticas insostenibles los responsables de la deforestación,
quema de bosques y vertederos, agotamiento de ríos, lagos, acuíferos, destrucción
de manglares, urbanización descontrolada y sin planificación, uso
indiscriminado de pesticidas y fertilizantes, contaminación de ríos, arroyos y
fuentes de agua, manejo inadecuado desechos sólidos y líquidos y de los gases
de efecto invernadero que ayudan al calentamiento de la atmósfera y agua.
Entre los gases que
más impactan en el calentamiento global están el dióxido de carbono CO2, que resulta de la quema de combustibles
fósiles para hacer funcionar los vehículos, plantas de generación de
electricidad y uso en las industrias,
este representa el 80% por ciento de los gases efecto invernadero. También se
destaca el óxido nitroso (N2O)por el uso de fertilizantes y metano (CH4)que
emana de los vertederos, cría de ganado y tratamiento de aguas residuales.
De momento la
comunidad científica no ha establecido una relación de causalidad entre el calentamiento
global y la frecuencia de huracanes y terremotos, no así en lo que respecta a
la intensidad de los vientos y lluvias dónde se entiende que puede existir
algún tipo de influencia en el sentido de que por cada grado de calentamiento,
se genera un 7% por ciento más de humedad en la atmósfera, según Valerie
Masson-Delmotte, del grupo GIEC.
En lo que va de
temporada ciclónica 11 tormentas han afectado la región, de las cuales al menos
6 alcanzan la potencia de huracán y entre estos se destaca por su poder devastador Harvey que afectó la noche
del 25 al 26 de agosto con vientos de hasta 200 km/h, oleajes de 3.7 metros de
altura, fuertes inundaciones, unas 70víctimas mortales, 18 desaparecidas y
pérdida de acuerdo a la agencia Moodys de entre 51,000.00 y 75,000.00 millones
de dólares por daños a viviendas, edificios, comercios, escuelas, hospitales,
carreteras y puentes en elEstado de Texas que fue declarado por el Gobierno
Federal en estado de Catástrofe Natural, para facilitar la ayuda para la
reconstrucción y rehabilitación de las zonas afectadas.
En el mismo mes de
agosto un Huracán categoría 5 en la escala de Saffir Simpson, con vientos superiores
a los 298 km/h y racha de 307 km/h inicia su marcha destructora en la isla
Barbuda,ubicada en el Caribe en las llamadas Antillas Menores, con un muerto, daños en el 90% por ciento de la infraestructura,
valorados en unos 150 millones de dólares equivalente al 10% del PIB, según Gaston
Browne, Primer Ministro de Antigua y Barbuda.
Irma continuó su
devastadora travesía por Anguila, San Cristóbal y Nieves, San Martín con daños
en la parte francesa del 95% por ciento de la infraestructura y unos 8 muertos,
en el sector neerlandés de la misma isla los daños se cuantifican en el 70% por
ciento de las edificaciones, según las autoridades. También sufrieron los
efectos de Irma, las IslasVírgenes, Puerto Rico, República Dominicana, las
Bahamas, islas Turcas y Caicos,Cuba y
Miami. En estos dos últimos lugares, las devastaciónes son enormes y están en
proceso de ser cuantificadas.
El costo de los
desastres naturales para el año 2015, conforme a la aseguradora alemana Múnich
Re, es de 23,000 muertos y 90 billones de dólares a nivel
mundial, en el año anterior de acuerdo a
la misma fuente, el costo de las devastaciones naturales fue de unos 110
billones de dólares.
El 94% por ciento de
las catástrofes naturales que ocasionaron pérdidas económicas, el año citado,
guardan relación con eventos climáticos, de estos las inundaciones y sequías,
representaron el 80% por ciento de los daños, según la ONU.
Como se puede
apreciar el costo de los fenómenos naturales representa un gran lastre para los
países en desarrollo y desarrollados, no solo por el impacto directo a la
infraestructura física que debe ser reconstruida o rehabilitada, sino también
por sus efectos a las personas y familias, a la actividad económica y estructura
productiva, cuyos daños pueden ser recuperados a corto, mediano o largo plazo
dependiendo de la capacidad de respuestas de cadapaís.
La naturaleza tiene
su propio lenguaje y forma de expresión, la capacidad destructiva de algunos
fenómenos naturales es una clara señal de que el equilibrio entre hombre y naturaleza
debe ser restaurado. De lo contrario, la rebelión de la naturaleza será cada
vez más virulenta y devastadora, como reacción normal al agravio recibido.