La noche del lunes 10 de octubre, casi mil personas se reunieron en el exconvento de San Hipólito en Ciudad de México para presenciar la primera noche del Mercedes-Benz Fashion Week México. Allí, en ese edificio de piedra caliza de 1567, bajo la mirada de editores, fotógrafos y personalidades, los diseñadores mexicanos Kris Goyri, Alejandro Carlín, Marika Vera y el venezolano Ángel Sánchez, tuvieron la responsabilidad de inaugurar la décima edición de un evento que se ha convertido en la plataforma de moda más conocida del país.

La velada comenzó con el joven diseñador Kris Goyri, que presentó una colección donde imperan el dorado, las flores, los vuelos y los escotes. La propuesta de Goyri, un mexicano que ha cautivado a celebridades como Miranda Kerr, Alessandra Ambrosio y Ana de la Reguera, fue versátil, concebida para ser usada en cualquier momento del día.
Minutos más tarde llegó el turno deAlejandro Carlín. En su colección “Seicento”, este diseñador reinterpreta el esplendor del barroco italiano y lo fusiona con la sofisticación que imperaba en los años setenta, inspirándose en la célebre actriz mexicana María Félix. Con una paleta que abarca colores como nude, baby blue, coral, plata y negro, en sus modelos destacaron las transparencias, las espaldas al descubierto y los escotes profundos.
La siguiente presentación, “Foreplay” de Marika Vera, podría considerarse una de las propuestas más interesantes de la semana de la moda. La diseñadora mexicana, especializada en lencería de lujo, mezcló su distintivo estilo bondage con un aire deportivo de los años ochenta. Con piezas clásicas como el negligé y el kimono, es una colección que saca la ropa íntima de los dormitorios para lucirla en la calle.

Tras estos talentos locales cerró la noche el veterano diseñador venezolano Ángel Sánchez, quien ha vestido ha celebridades como Salma Hayek, Eva Longoria y Sandra Bullock, y ha diseñado los vestidos de novia de la princesa Tatiana de Grecia, Eva Longoria y Roselyn Sánchez.

Sánchez presentó dos colecciones en el mismo desfile. Resort 2017, inspirada en los azules profundos del archipiélago venezolano de Los Roques, y una muestra elegante de vestidos de noche en tonos negro, rosa flamingo y blanco.
Los brillos discretos, el corte y la caída de sus trajes revelan que este diseñador no ha olvidado la influencia de las mujeres voluptuosas y sensuales de América Latina con las que creció. “La mujer latina ha sido mi mejor escuela, con la que aprendí a diseñar. Esa que siempre pide algo que impacte, que voltee miradas”, dijo Sánchez a The New York Times en Español.
Con 25 años de trayectoria, Sánchez confiesa que su mayor miedo es que su carrera no sea relevante: teme volverse repetitivo y que la gente se aburra de sus diseños.
“Lo creativo me atormenta”, dice: “Soy obsesivo con eso. Para mí es importante que lo que hago me emocione, que mis colecciones me enamoren antes de presentarlas al público”.
Ángel Sánchez es consciente de la manera en que los problemas económicos influyen en el desarrollo de la industria de la moda en América Latina. “Los diseñadores siempre estamos expuestos a que la economía de nuestros países no nos deje evolucionar, pero la creatividad y el talento siempre están presentes”, dice. “En la moda, los latinos somos una fuerza de la naturaleza muy importante para la industria mundial, pero aún no estamos donde debemos estar”.
fuente:http://www.nytimes.com/