Constanza. A cuatro dĂas de vencer el plazo otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, algunos productores agrĂcolas que ocupan parte del área protegida en Valle Nuevo empiezan a salir por su cuenta.Otros continĂşan manteniendo resistencia abierta a salir por las buenas, sin que antes puedan arribar a un acuerdo que les permita permanecer por más tiempo.
Julio César de los Santos, director del parque Juan Bautista Pérez Rancier, dijo que mantienen apostados militares en las comunidades El Tanque, Pinar Parejo y otras localidades como forma preventiva para impedir que puedan llevar plantas para nuevos cultivos.
De los Santos estima que al menos quince productores abandonaron sus predios y además sacaron sus tuberĂas.
La notificaciĂłn establece que el prĂłximo domingo 29 de enero deberán salir de Valle Nuevo aproximadamente 409 productores diseminados en cuatro provincias, dos de la regiĂłn Norte y dos del sur del paĂs.
Salida pacĂfica
De los Santos informĂł a reporteros de elCaribe, que entre los que han decidido salir están la familia FrĂas, que maneja aproximadamente 400 tareas sembradas de papa, zanahoria y cebolla.
Sin embargo, en la comunidad de Montellano, donde tienen sus sembradĂos la familia FrĂas, muchos desconocen el supuesto acuerdo y dicen que de consumarse dejarĂa a decenas de campesinos sin empleo.
En algunas comunidades continúan utilizando las áreas protegidas para la crianza de ganado vacuno.
En la comunidad denominada el 31, los productores siguen con la siembra y arado de sus tierras. El método rudimentario es de bueyes y caballos.
La mayorĂa de plantaciones continĂşan además utilizando la modalidad del trasvase, con tuberĂas que salen de las cuencas de los rĂos, a pesar de que la medida precisamente busca detener esa acciĂłn, que afecta a siete rĂos y cinco cañadas y arroyos que ofrecen agua a prácticamente más de la mitad de la poblaciĂłn dominicana.
Familias temen situaciĂłn
“De quĂ© nos vale que quieran dejarnos en las comunidades si nos quitarán el agua. Esta es una manera de obligarnos a salir por nuestra cuenta”, expresa Marta SepĂşlveda, residente en la comunidad El Convento.
Sepúlveda ahora no sabe cómo sobrevivirá su esposo Francisco Almonte, quien tiene sembradas algunas tareas con el cultivo de cebolla. Lamenta que Medio Ambiente no busque otras alternativas.
Sin embargo, el mayor temor se concentra entre los residentes en la comunidad La Siberia, que está en el lĂmite del área protegida, donde se tiene prohibido completamente toda forma de cultivo.
Gumersindo Fernández, de la comunidad La Siberia, decidió reforestar por cuenta propia cinco de las diez tareas. Las otras cinco las utiliza para la siembra de habichuela y plátano.
“AquĂ sabemos que pasaremos situaciones más difĂciles. La mayorĂa somos muy pobres y vivimos de pequeñas siembras de habichuela, plátano para comer y algunas de repollo y zanahoria. TambiĂ©n sabemos que es una decisiĂłn del Gobierno y nosotros entendemos la importancia de cuidar la naturaleza”, apuntĂł Fernández. Algunos campesinos se mantienen a la espera de la comisiĂłn de la Cámara de Diputados que el prĂłximo viernes visitará la zona para expresar su preocupaciĂłn.
Julio César de los Santos, director del parque Juan Bautista Pérez Rancier, dijo que mantienen apostados militares en las comunidades El Tanque, Pinar Parejo y otras localidades como forma preventiva para impedir que puedan llevar plantas para nuevos cultivos.
De los Santos estima que al menos quince productores abandonaron sus predios y además sacaron sus tuberĂas.
La notificaciĂłn establece que el prĂłximo domingo 29 de enero deberán salir de Valle Nuevo aproximadamente 409 productores diseminados en cuatro provincias, dos de la regiĂłn Norte y dos del sur del paĂs.
Salida pacĂfica
De los Santos informĂł a reporteros de elCaribe, que entre los que han decidido salir están la familia FrĂas, que maneja aproximadamente 400 tareas sembradas de papa, zanahoria y cebolla.
Sin embargo, en la comunidad de Montellano, donde tienen sus sembradĂos la familia FrĂas, muchos desconocen el supuesto acuerdo y dicen que de consumarse dejarĂa a decenas de campesinos sin empleo.
En algunas comunidades continúan utilizando las áreas protegidas para la crianza de ganado vacuno.
En la comunidad denominada el 31, los productores siguen con la siembra y arado de sus tierras. El método rudimentario es de bueyes y caballos.
La mayorĂa de plantaciones continĂşan además utilizando la modalidad del trasvase, con tuberĂas que salen de las cuencas de los rĂos, a pesar de que la medida precisamente busca detener esa acciĂłn, que afecta a siete rĂos y cinco cañadas y arroyos que ofrecen agua a prácticamente más de la mitad de la poblaciĂłn dominicana.
Familias temen situaciĂłn
“De quĂ© nos vale que quieran dejarnos en las comunidades si nos quitarán el agua. Esta es una manera de obligarnos a salir por nuestra cuenta”, expresa Marta SepĂşlveda, residente en la comunidad El Convento.
Sepúlveda ahora no sabe cómo sobrevivirá su esposo Francisco Almonte, quien tiene sembradas algunas tareas con el cultivo de cebolla. Lamenta que Medio Ambiente no busque otras alternativas.
Sin embargo, el mayor temor se concentra entre los residentes en la comunidad La Siberia, que está en el lĂmite del área protegida, donde se tiene prohibido completamente toda forma de cultivo.
Gumersindo Fernández, de la comunidad La Siberia, decidió reforestar por cuenta propia cinco de las diez tareas. Las otras cinco las utiliza para la siembra de habichuela y plátano.
“AquĂ sabemos que pasaremos situaciones más difĂciles. La mayorĂa somos muy pobres y vivimos de pequeñas siembras de habichuela, plátano para comer y algunas de repollo y zanahoria. TambiĂ©n sabemos que es una decisiĂłn del Gobierno y nosotros entendemos la importancia de cuidar la naturaleza”, apuntĂł Fernández. Algunos campesinos se mantienen a la espera de la comisiĂłn de la Cámara de Diputados que el prĂłximo viernes visitará la zona para expresar su preocupaciĂłn.
Comunidades viven en la miseria
La mayorĂa de las poblaciones enclavadas en el área protegida viven en condiciones de miseria con casuchas levantadas con madera y zinc y otras con pedazos de hojalata.
El parque de Valle Nuevo tiene una dimensiĂłn de 910 kilĂłmetros cuadrados y lo conforman Constanza como municipio de La Vega y las provincias de Azua, Monseñor Nouel y San JosĂ© de Ocoa. Medio Ambiente estima en 409 los productores apostados en las áreas protegidas en su mayorĂa entre Constanza y Ocoa.
El parque de Valle Nuevo tiene una dimensiĂłn de 910 kilĂłmetros cuadrados y lo conforman Constanza como municipio de La Vega y las provincias de Azua, Monseñor Nouel y San JosĂ© de Ocoa. Medio Ambiente estima en 409 los productores apostados en las áreas protegidas en su mayorĂa entre Constanza y Ocoa.
fuente://www.elcaribe.com.do