NUEVA YORK._ El barbero y proxeneta dominicano Esteban Carpio, condenado a cadena perpetua por el asesinato del sargento de la policĂa de Providence (Rhode Island), James L. Allen, en abril de 2005, está pidiendo en la Corte Federal de Boston, que se le anule la sentencia de por vida, alegando que no tuvo un juicio justo y que hubo tecnicismos legales que fueron violados por los fiscales.
Carpio matĂł al sargento mientras estaba preso en la sede de la policĂa de Providence por cargos de drogas, armas y pandillerismo y desarmĂł al oficial, disparándole.
Tiene de 38 años de edad y presentó el mes pasado una demanda en la Corte Federal, reclamando que su sentencia sea anulada porque sus abogados de Boston no consiguieron preservar los argumentos claves para una apelación.
Carpio tambiĂ©n argumentĂł que el jurado lo condenĂł injustamente, aunque carecĂa de responsabilidad penal en ese momento porque estaba mentalmente enfermo y no podĂa apreciar la ilicitud de sus acciones.
El estado a travĂ©s del Ministerio PĂşblico, está pidiendo que su peticiĂłn sea rechazada, argumentando que el jurado habĂa considerado la salud mental de Carpio al convencerlo del asesinato de Allen y el asalto a una anciana.
La fiscalĂa tambiĂ©n señala que el Tribunal Supremo de Rhode Island confirmĂł previamente la condena.
“La evidencia obtenida en el juicio del peticionario fue abrumadora en la medida en que revelĂł la conducta astuta y calculadora de Carpio, antes, durante y despuĂ©s de haber cometido los crĂmenes por los que fue condenado”, escribiĂł la fiscal estatal Jane M. McSoley.
“En esta peticiĂłn, Carpio no ha ofrecido nada para socavar las conclusiones de la Corte Suprema de Rhode Island, que tiene derecho a una presunciĂłn de correcciĂłn en ausencia de evidencia clara y convincente de lo contrario”, añade la funcionaria judicial.
El tribunal superior del estado en 2012 negĂł la apelaciĂłn de Carpio, diciendo en parte, que sus abogados de Boston, Robert Sheketoff y Kirsten Wenge, habĂan optado estratĂ©gicamente por no seguir un nuevo juicio.
TambiĂ©n encontrĂł que el juez del Tribunal Superior Robert D. Krause habĂa instruido con precisiĂłn a los miembros del jurado que era su deber, y no de expertos, determinar si Carpio estaba legalmente loco en el momento de sus crĂmenes.
El 16 de abril de 2005, la policĂa de Providence estaba interrogando a Carpio en el cuartel general sobre su participaciĂłn en el apuñalamiento de la anciana Madeline Gatta de 84 años de edad.
Carpio se quedó solo con el sargento Allen en una sala de conferencias del tercer piso después de pedir un vaso de agua. Desarmó al oficial y le disparó.
El sargento de 50 años de edad, padre de dos hijas adolescentes, murió en cuestión de minutos.
Carpio escapó por una ventana, pero más tarde fue arrestado después de una pelea. Su rostro estaba cubierto por una máscara de plástico, con los ojos hinchados y profusos cortes, durante su primera aparición en la corte, después del asesinato.
AlegĂł a travĂ©s del abogado Sheketoff que “estaba en la agonĂa de una psicosis, no podĂa apreciar la ilicitud de sus acciones y era incapaz de controlar su comportamiento”.
En las semanas antes del tiroteo, la madre de Carpio habĂa llamado a una ambulancia para llevarlo al Hospital Faulkner, en Boston, para una evaluaciĂłn psiquiátrica. Los mĂ©dicos que lo examinaron en Faulkner y el hospital The Providence Center en Rhode Island, atribuyeron su estado al estrĂ©s y abuso de drogas.
El jurado rechazĂł la demanda de inocencia de Carpio por razĂłn de locura y lo encontrĂł culpable de asesinato premeditado.
Carpio que era un barbero de Boston, proxeneta y traficante de drogas, está cumpliendo la condena en la cárcel MacDougall-Walker, una prisión de máxima seguridad en Suffield, Connecticut.
fuente elnuevodiario.com.do/