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Alejandro Jerez Espinal |
Por: Alejandro
Jerez Espinal
Hoy en el Día
Internacional de la Juventud, la región de América Latina y el Caribe se
enfrenta al gran desafío de insertar en el mercado laborala miles de jóvenes
que están en la edad productiva, pero que acusan de una inexistente o limitada
formación profesional ante las ofertas de un mercado laboral cada vez más
exigente y competitivo.
Experto de World
Economic Forum, sostienen quecomo resultado de los avances tecnológicos que
trae consigo la Cuarta Revolución Industrial, el 75 por ciento de las
profesiones del futuro no existen actualmente, eso implica que tres de cada
cuatro carreras estudiadas en las universidadespodrían quedar sin utilidad en
algunos años.
Para abordar el futuro de la formación profesional y su
contribución al desarrollo productivo, entre otros temas, se reunió
recientemente entre el 9 y el 11 de agosto del presente año 2017 en Costa Rica,
la Comisión Técnica de OIT/Cinterfor, con la participación de organizaciones
especializadas en formación y desarrollo de recursos humanos de los paises de
América Latina, el Caribe, España y Cabo Verde y sus conclusiones deberán reiterar el
compromiso de asumir esos desafíos.
Conforme a la Internacional Labour Organization, ILO, el
desempleo juvenil aumento en la región durante el último año
de un 15.1 a 18.3 por ciento, con unos 114 millones de jóvenes en edad de
trabajar de los cuales 54 millones están integrado a la actividad laboral, con
una tasa de informalidad del 56 por ciento.
Como se advierte
un mercado laboral matizado por un aumento del desempleo, la informalidad, una inexistente o limitada formación profesional,
crecimiento económico moderado, modelos atípicos de contrataciones y flexibilización, no configura para la región
un panorama optimista, con miras a cumplir con la Meta No.8, sobre trabajo
decente y crecimiento económico de los
Objetivos de Desarrollo Sostenibles al 2030.
Los gobiernos deben definir estrategias a
corto, mediano y largo plazo para aprovechar ese activo que es la fuerza
laborar jovende la región, para que a través de adecuadas políticas
macroeconómicas que generen crecimiento sostenido el PIB y programas
actualizados de formación profesional se esté en capacidad de revertir esa
tendencia negativa del desempleo de la juventud.
En República
Dominicana conforme a la Constitución, el trabajo es un derecho, un deber y una
función social que se ejerce con la protección y asistencia del Estado, es en
otras palabras el derecho de acceder a un empleo productivo, con salario justo
y adecuada protección social.
Como representante
de la provincia Sánchez Ramírez y como político comprometido con la juventud, estoy promoviendo en el Congreso de la República Dominicana, un
Proyecto de Ley que busca crear el Programa del Primer Empleo con el objetivo
de promover la inserción laboral de los
jóvenes cuyas edades estén comprendidas entre 18 y 25 años, y que no hayan accedido
a un empleo formal o que se encuentren en situación de desempleo.
Como se aprecia,trabajar
paraenfrentar este desafío y transformar la realidad de la juventud en los países de región y de
nuestra República Dominicana,
demanda del esfuerzo y el compromiso de los gobiernos, organismos
internacionales, organizaciones públicas y privadas, empresarios y políticos, con
una agenda común que contribuya a crear la resiliencia necesaria para avanzar
en el tema del desempleo y la actualización de la formación profesional.