La llegada del general Jonh Kelly como jefe de Gabinete del presidente Donald Trump ha logrado cierto control en la Casa Blanca, sin embargo, hay cosas que parecen no cambiar: los privilegios de Ivanka Trump.
Uno de los principales ajustes del “General”, como se refieren a Kelly en la residencia oficial, fue el control de acceso al presidente Trump, ya que con Reince Preibus, no existía.
La medida, publicó The Wall Street Journal, aplicaría a todos los funcionarios y asesores, incluidos la “primera hija” y su esposo, Jared Kushner.
“Las nuevas reglas se extienden a la familia del presidente Trump. El yerno Jared Kushner y a su hija Ivanka Trump, quienes sirven como asesores oficiales en la Casa Blanca y tienen su propio personal”, publicó el diario.
Sin embargo, tal parece que la “primera hija” ya escapó a esa orden porque la empresaria decide en qué momento entrar y salir de la oficina de su padre, sin importar que esté en reuniones importantes, lo cual ya no le está gustando a muchas personas en la Casa Blanca.
Medios como CNN reportan que este es un hábito del propio presidente Trump a la hora de hacer cualquier tipo de negocio, hacer que su hija haga acto de presencia “sorpresivamente”, como ocurrió en una reunión “secreta” entre congresistas demócratas y el mandatario.
“Ella entró a la oficina a ‘decir hola’ y la reunión cambia de curso”, indicó una fuente.
No importa el tipo de reunión de la que se trate, indicaron otras fuentes, como en encuentros con empresarios o si hay alguna entrevista.
Aunado a sus “sorpresivas” apariciones, Ivanka ha añadido a algunos de sus hijos para que la acompañen a esas inusuales paradas.
Algunas fuentes indican que Kelly no está dispuesto a detener esta práctica, ya que es algo que le gusta al presidente Trump, pero no a muchos de sus invitados.
En la imagen, por ejemplo, en una reunión en la que estaba el vicepresidente Mike Pence, a la que Ivanka llegó con su hija Arabella.
Fuente eldiariony.com/