Los aspirantes tendrán que someterse al escrutinio público
SANTO DOMINGO. La adopciĂłn de las primarias abiertas para escoger a sus candidatos a puestos electivos presidencial, vicepresidencial, congresual y municipal obliga al Partido de la LiberaciĂłn Dominicana a presentar precandidatos populares que generen simpatĂas en el electorado independiente.
Atrás queda la era de los pactos para repostular sin elecciones internas a senadores, diputados, alcaldes, regidores, directores de distritos municipales y vocales sin “bajar a la base” pues ahora, además de la bajar a la base estarán expuestos a un voto de castigo o de aprobaciĂłn de la poblaciĂłn.
En el caso de la principal plaza, el PLD tendrá que elegir a dos candidatos fuertes para enfrentar a quienes se perfilan como los candidatos del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM); David Collado a la alcaldĂa, y Faride Raful a la senadurĂa del Distrito Nacional, quien anunciĂł que buscarĂa esa candidatura, a la que aspiran Eduardo Sanz LovatĂłn y Alberto Atallah.
El actual senador y presidente del Senado, Reinaldo Pared PĂ©rez, está buscando la candidatura presidencial y ha manifestado que no le interesa otro perĂodo como legislador.
En el 2015, los senadores y la gran mayorĂa de los diputados peledeĂstas fueron repostulados mediante un pacto que suscribiĂł el ComitĂ© PolĂtico para facilitar la aprobaciĂłn de la reelecciĂłn presidencial consecutiva del presidente Danilo Medina, ante la oposiciĂłn inicial de los legisladores del expresidente Leonel Fernández.
Los alcaldes tuvieron que pasar por el cedazo de firmas encuestadoras para retener la candidatura, y aun asĂ varios perdieron sus plazas, como es el caso de Roberto Salcedo en el Distrito Nacional.
La alternabilidad ha sido una palabra prohibida en el PLD, y se expresa claramente en el liderazgo bipolar que encarnan el presidente Danilo Medina, que agota dos perĂodos presidenciales, y el expresidente Leonel Fernández, el cual ya ha sido tres veces presidente de la RepĂşblica, en busca de una cuarta ocasiĂłn.
Este año tendrá que romper con esta tradición, pues tendrá por delante grandes retos para el PLD, que deberá someter a la prueba de fuego de las bases y del padrón abierto a su catálogo de candidatos tradicionales, frente a los nuevos aspirantes que vienen surgiendo.
Alternabilidad prohibida
Desde el 2001, en el PLD se ha instaurado el criterio de la inmovilidad de sus directivos nacional y de base, y se ampliaron hasta los comités de base para no cambiar a los presidentes. A nivel de dirección, Leonel Fernández lleva 17 años en la presidencia del PLD, tiempo similar al que tiene Reinaldo Pared Pérez como secretario genera
l.
fuente diariolibre.com