Francisco Alberto Caamaño, como comandante del grupo guerrillero de 1973, no fue traicionado por fuerzas políticas, llamadas a respaldarle producto de no aceptar las recomendaciones de que no existían condiciones para ese tipo de insurgencia, a lo que se añadieron numerosos errores, negaciones de apoyos de parte del gobierno cubano, el envió inconsciente de un espía por parte de Los Palmeros. OIGA AUDIO.
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