MANILA — Filipinas no legalizará el matrimonio entre personas del mismo sexo en el futuro prĂłximo, segĂşn el presidente Rodrigo Duterte; quien asĂ se retractĂł de una promesa de campaña en la que se comprometiĂł a apoyar la legislaciĂłn que permitirĂa las uniones entre parejas homosexuales.
Duterte enfatizĂł que el paĂs era el baluarte asiático del catolicismo, religiĂłn que se opone firmemente al matrimonio igualitario.
Durante un discurso el 19 de marzo, señaló una edición reciente de la revista Time que abordaba asuntos de género con una joven transgénero en su portada.
“Esa es su cultura”, dijo, refiriĂ©ndose a otros paĂses donde circula la revista estadounidense. “Eso es para ellos. No puede aplicarse a nosotros porque somos catĂłlicos”, dijo Duterte ante la pequeña comunidad filipina de Myanmar, donde llegĂł como parte de una visita para impulsar lazos regionales.
“Además está el cĂłdigo civil, el cual aclara que un hombre solo puede casarse con una mujer y una mujer solo puede casarse con un hombre”, dijo. “Esa es la ley en las Filipinas”.Duterte, quien cumplirá 72 años el 28 de marzo, dijo que solo seguĂa la lĂnea existente en los textos legales de su paĂs, y asegurĂł que no está en desacuerdo con la sexualidad de nadie. Dos de sus cuñados y algunos de sus primos son homosexuales, dijo.
Esto contrastĂł de manera drástica con la postura de Duterte durante la campaña de 2016, cuando expresĂł apoyo por una posible legislaciĂłn que permitirĂa el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En un foro preelectoral en enero del 2016, Duterte causĂł buena impresiĂłn entre los progresistas y la comunidad gay cuando le preguntaron si impulsarĂa legislaciĂłn para permitir matrimonios entre personas del mismo sexo y Ă©l respondiĂł que sĂ lo harĂa. Dijo que al parecer habĂa un “error en la Biblia” cuando decĂa que los matrimonios solo deben ser entre un hombre y una mujer.
DebiĂł haberse escrito que los matrimonios eran para “Adán, Eva y los homosexuales”, dijo, entre ovaciones del pĂşblico.
Sin embargo, desde que llegĂł a la presidencia con un amplio margen en mayo, Duterte no ha hecho nada para cumplir esa promesa.
Sus aliados en la cámara de diputados, quienes controlan los votos, han dejado en el olvido un proyecto de ley que busca proteger los derechos de las personas homosexuales, pues argumentan que no es una prioridad.
El proyecto de ley habrĂa legalizado el matrimonio civil entre personas del mismo sexo en Filipinas, donde la Iglesia catĂłlica todavĂa ejerce una gran influencia polĂtica.
fuente:nytimes.com