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El país que destapó Trump



El ataque de un ferviente seguidor de Bernie Sanders, precandidato demócrata en 2016, a un grupo de congresistas republicanos, habla de la fuerte polarización de EE. UU. en la era del magnate republicano.
El monumento de la Paz en el capitolio de Estados Unidos, al que todos los días asiste el representante republicano, Steve Scalise, herido ayer. / AFP
El presunto responsable de abrir fuego contra un grupo de congresistas republicanos que estaban en medio de una práctica de baseball, James Thomas Hodgkinson, murió en un hospital de Washington pocas horas después de los hechos.
Según The New York Times, el pequeño empresario de Illinois, habría viajado a Washington para protestar contra la administración de Donald Trump. La inconformidad de Hodgkinson con los republicanos era bien conocida en Bellevielle, el pueblo en el que residía y en cuyo diario local fueron publicadas varias de las cartas que escribió refiriéndose a la situación política y económica de EE.UU.
En sus misivas, Hodgkinson solía salir en defensa del presidente Barack Obama, hablaba sobre la necesidad de legalizar la marihuana e insistía en que el gobierno debía incrementar los impuestos para las corporaciones y los más ricos. Su mayor preocupación parecía ser que Estados Unidos repitiera la historia de la grave recesión económica que golpeó al país a comienzos del siglo XX.
“Si parezco un disco rayado es porque hay datos simples que deben ser comprendidos por cualquier persona con la edad suficiente para votar. Simplemente quiero que todos sepan que la inequidad salarial fue una de las causas de la Gran Depresión” escribió Hodgkinson en una carta publicada en agosto de 2012.
En la foto de perfil de la cuenta de Facebook del presunto atacante se ve un montaje en el que, el del exaspirante a la candidatura demócrata por la Casa Blanca, Bernie Sanders, aparece con un traje del tío Sam. Al enterarse de los hechos, el senador del estado de Vermont condenó cualquier tipo de violencia y confirmó que el año pasado el presunto atacante había participado en su campaña aportando trabajo voluntario.
El 22 de marzo, también en la cuenta de Facebook de Hodgkinson, apareció un mensaje que dejaba ver hasta qué punto había llegado su animadversión frete al actual gobierno republicano de Estados Unidos: “Trump es un traidor. Trump ha destruido nuestra democracia. Es hora de destruir a Trump y compañía”.
Al otro lado del espectro político y de las balas que fueron disparadas a pocos minutos del Capitolio estadounidense estaba Steve Scalise, una de las cinco personas que resultaron heridas tras el incidente, congresista por el estado de Luisiana y jefe de la mayoría republicana en el Congreso.
Después del ataque, Scalise fue conducido al hospital donde las heridas de bala en su cadera fueron atendidas por los médicos. En las declaraciones del presidente Trump describió al representante del distrito de Louisisna como su amigo y un luchador.
Scalise, que fue uno de los republicanos que desde el principio expresó su apoyo a las aspiraciones presidenciales de Trump, es conocido ser un fuerte defensor de derecho constitucional de los ciudadanos estadounidenses para comprar y portar armas.
“Déjenme ser claro, Donald Trump hará mucho más para reconstruir nuestra clase media, volver a poner nuestra economía en movimiento, fortalecer nuestra defensa nacional y nombrar jueces en la Corte Suprema que defiendan la Constitución en lugar de reescribirla”, le dijo Scalise a los medios a comienzos de la campaña presidencial.
Además de sus posturas sobre las armas, la figura de Scalise también ha sido fuertemente criticada por sus posturas ultraconservadoras. En 2014 las voces que pedían su renuncia al interior de su partido empezaron a crecer cuando Scalise admitió que, como legislador local, había participado en una asamblea de personas vinculadas a David Duke, exjefe del Ku Klux Klan, la organización racista compuesta por supremacistas blancos.
Entre las víctimas del tiroteo también estaban otros congresistas que se oponen fuertemente a que se establezcan medidas para regular el comercio y circulación de armas en EE.UU. El representante Mo Brooks, quien fue el primero en atender las heridas de Scalise tratando de controlar la hemorragia con su correa, le dijo a la cadena ABC que el ataque no lo había hecho cambiar su opinión sobre la comercialización de armas en su país.
“Hay aspectos adversos para cada uno de los derechos que disfrutamos como pueblo. Lo que acabamos de ver es un efecto indeseable de alguien que no ejerció esos derechos correctamente”, dijo el representante republicano del estado de Alabama.
El tiroteo de este miércoles pone en evidencia las grandes divisiones que el mandato de Donald Trump ha causado en EE.UU. Desde el comienzo de su mandato, el mandatario ha deslegitimado las críticas y denuncias que pesan en contra su administración , algo que limita las posibilidades de diálogo y cimienta un ambiente de polarización en el que los actos de violencia como el tiroteo en Virginia podrían empezar a ser la norma.
fuente .elespectador.com/

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