¿Cuando el hijo mayor del presidente estadounidense se reuniĂł el 9 de junio del año pasado con una abogada rusa en busca de informaciones comprometedoras sobre la rival electoral de su padre, Hillary Clinton, ¿violĂł la ley?
¿PodrĂa ser demandado ante la justicia y acusado de traiciĂłn?
Esto es lo que piensan algunos abogados en base a las Ăşltimas revelaciones sobre el encuentro.
¿QuĂ© ley pudo haber sido violada?
Varios expertos en Derecho interrogados por la AFP aseguran que el elemento que más incrimina a Donald Trump Jr. proviene de los intercambios de correos electrĂłnicos que Ă©l mismo publicĂł en Twitter el martes: en ellos acepta el encuentro con entusiasmo sabiendo que la cita prometĂa aportarle "informaciones comprometedoras para Hillary y sus contactos con Rusia". "Informaciones de muy alto nivel" que en sus palabras formaban parte del "apoyo del gobierno ruso a Trump".
Brandon Garrett, profesor de Derecho de la Universidad de Virginia, explicĂł que la ley federal prohĂbe, desde el escándalo Watergate, que cualquier extranjero contribuya o prometa contribuir directamente o indirectamente en una elecciĂłn estadounidense. Se trate de una contribuciĂłn en dinero o "cualquier otra cosa de valor", incluyendo "informaciones potenciales".
La otra dificultad para el hijo mayor del presidente es que a este asunto, cuyo campo de aplicación es amplio, se agrega la noción de "conspiración" -acuerdo entre dos o más personas para cometer un crimen- que también es "extremadamente amplio y poderoso" en el derecho federal estadounidense.
"No hay necesidad de haber cometido un crimen, con haber intentado alcanza", explicĂł Garrett.
En este sentido, aunque Donald Trump Jr asegurĂł que la abogada rusa no tenĂa finalmente ninguna informaciĂłn interesante para suministrarle, "eso no podrĂa constituir una defensa". El solo hecho de haber asistido a la reuniĂłn para ver si la abogada tenĂa alguna cosa para transmitirle podrĂa bastar para establecer que Ă©sa era la intenciĂłn. (Lea: Donald Trump Jr., un buscapleitos dispuesto a defenderse)
Pero Daniel Tokaji, experto en Derecho de la Universidad estatal de Ohio, considera que interpretar la obtención o el intento de obtener informaciones sobre un candidato rival como una "contribución" de campaña tiene "implicancias perturbadoras".
"Hay verdaderos problemas de libertad de expresiĂłn ahĂ", dijo. PodrĂamos tambiĂ©n presentar una demanda contra el equipo de Hillary Clinton si Ă©ste hubiese buscado entrevistar extranjeros para saber si Donald Trump empleaba a inmigrantes ilegales en sus empresas, ejemplificĂł.
Susan Klein, profesora de Derecho de la Universidad de Texas y ferviente demócrata, tampoco cree que el hijo del presidente pueda ser demandado "simplemenmte por haber hablado con personas". Salvo "quizás si hubo un pago", estimó. Por ahora nada sugiere ese escenario.
¿QuiĂ©n decide una eventual demanda?
Si es la ley electoral la que está en duda, entonces serĂa lĂłgico que la apertura de una investigaciĂłn estĂ© a cargo de la ComisiĂłn electoral federal estadounidense, segĂşn Tokaji. Pero sus miembros "están divididos por igual" entre demĂłcratas y republicanos, por lo tanto "es improbable que adopten medidas".
TeĂłricamente, el fiscal federal de Manhattan, donde tuvo lugar la reuniĂłn, tambiĂ©n podrĂa decidir investigar.
Pero lo más probable es que el fiscal especial a cargo de la investigación sobre los supuestos lazos del equipo de campaña de Trump con Rusia, el exdirector del FBI Robert Mueller, decida si hay elementos como para iniciar una demanda penal, consideró Tokaji.
Aunque la ley federal electoral no haya sido violada el hecho "merece una investigación", estimó, porque "es perturbador que alguien que actúa en nombre de una potencia extranjera colabore con personas al frente" de una campaña presidencial.
¿Pudo haber existido "traiciĂłn"?
Algunos legisladores demĂłcratas fueron tan lejos el martes como para utilizar la palabra "traiciĂłn", pero los abogados consultados por la AFP no lo creen.
"El simple hecho de haber tenido contacto con un agente extranjero, incluso un paĂs adversario como Rusia -no estamos en guerra- no basta para que sea espionaje o traiciĂłn. Para entrar en el campo de la traiciĂłn, hay que probar que la persona tenĂa la intenciĂłn de perjudicar su paĂs", explicĂł Joshua Dressler, profesor de la Universidad estatal de Ohio.
"Ese es un argumento muy extremo", añadió. "Probablemente (lo que ocurrió) sea menos extremo que eso"
fuente elespectador.com