La Junta de SupervisiĂłn Fiscal va a preparar otro plan fiscal que podrĂa incluir una reforma de derechos de los trabajadores
Mariceli González desafiĂł el frĂo el lunes a primera hora de la mañana para mostrar su oposiciĂłn a los posibles recortes de derechos y condiciones laborales en Puerto Rico. Esta asistente de educaciĂłn especial del departamento de EducaciĂłn explicaba que es madre de dos hijos y si se le recortaba el salario y los beneficios podrĂa perder hasta su casa. Y como ella, muchas familias.
Esta puertorriqueña era una del algo más del medio centenar de personas, representantes sindicales y polĂticos electos de Nueva York, que ayer expresaron su rechazo ante la Sede de Aduanas en Manhattan a una más que posible dura reforma laboral.
En este edificio se reunĂa la Junta de SupervisiĂłn Fiscal (JSF) en su Ăşltima sesiĂłn de diálogo antes de la revisiĂłn del programa fiscal de una isla en bancarrota tĂ©cnica y devastada por el paso del huracán MarĂa. Y la reforma laboral, la educaciĂłn, los planes de recuperaciĂłn econĂłmica y la situaciĂłn de los mercados de capital fueron algunos de los temas tratados en esta sesiĂłn de diálogo antes de que se acuerden las lĂneas del plan a aplicar en Puerto Rico tras el huracán.
“El temor más grande es que nos reduzcan los salarios y las horas”, explicaba esta mujer tras recordar que ya habĂan congelado los convenios además de haber reducido las vacaciones, feriados y la paga de los domingos. González explicaba que buscar un segundo trabajo para compensar lo que no se gana con el que se tiene es difĂcil no solo por la falta de horas sino por las dificultades de moverse por los problemas de infraestructuras en una isla en la que aĂşn hay muchas carencias de luz y agua tras el huracán. “La escuela solo es hasta las 12.00, por la falta de luz”, dijo para recordar que tras el huracán “la vida es más difĂcil”.
No recortar las condiciones de empleo en Puerto Rico se considera primordial por parte de Randi Weingarten, presidente de la AFT (federaciĂłn sindical de maestros). “Cuando se privatizan servicios y se reducen salarios se abandona la posibilidad de tener un crecimiento sostenido. No se puede abandonar a la gente de Puerto Rico porque son clave para el renacer de la isla”, dijo esta sindicalista mientras se enfatizaba que antes del paso de MarĂa la Junta ya habĂa apuntado a la necesidad de reducir las pensiones, la jornada laboral o el salario mĂnimo..
El ejemplo de Detroit
La alternativa, segĂşn apuntaron Weingarten y otros lĂderes del movimiento laboral, es un Plan Marshall, como el que permitiĂł la reconstrucciĂłn de Europa tras la II Guerra Mundial o seguir el camino que anduvo Detroit cuando tuvo que solicitar la bancarrota. “NingĂşn lugar se ha recuperado tras recortar las concidiones econĂłmicas de la clase media”, dijo esta sindicalista que rechazĂł las medidas de austeridad y puso como ejemplo positivo la bancarrota de Detroit. “En Puerto Rico la gente lleva años sacrificándose, ahora no tienen ni agua ni electricidad, si se recortan las condiciones laborales les van a destripar”, lamentaba Weingarten.
Los reunidos en las puertas de la Sede de Aduanas pedĂan tambiĂ©n una moratoria del pago de la deuda de $70,000 millones (y una auditorĂa de esta) para usar el dinero disponible en invertir en la reconstrucciĂłn del paĂs.
La reforma laboral ocupĂł buena parte de la sesiĂłn de la reuniĂłn de la JFS. Mientras que los sindicatos defendĂan la protecciĂłn de los derechos de los trabajadores, el bono de Navidad, las horas extra y las licencias familiares, estos fueron objeto de discusiĂłn en la reuniĂłn del lunes y es de prever que se contemple en el plan fiscal. El economista Desdmong Lachman, del think tank conservedor American Enterprise Institute, dijo que Puerto Rico necesitarĂa una reestructuraciĂłn como las que hace el FMI. En ellas, normalmente, se piden severas desregulaciones del mercado laboral.
Juan Felipe Santos, socio del bufette Jackson Lewis, explicĂł que la reforma laboral que ha eliminado la paga mĂnima de fin de semana y ha cambiado las horas extra ya beneficia a muchas empresas aunque criticĂł que haya dos sistemas laborales paralelos.
fuente /eldiariony.com
