MADRID, España.- Un equipo de cientĂficos chinos ha logrado proteger de la infecciĂłn por SARS-CoV-2 a un grupo de macacos, además de a ratas y a ratones, experimentos en animales que son parte de las fases fundamentales del desarrollo de una vacuna para posterior uso humano.
Esta vacuna piloto, con una versiĂłn quĂmicamente inactivada del virus que causa la enfermedad de la COVID-19, no provocĂł en los monos -de la especie macaco Rhesus- efectos secundarios evidentes. El perĂodo de prueba clĂnica en base a este candidato a vacuna arrancĂł el pasado 16 de abril.

Los resultados de esta investigaciĂłn se publican en el repositorio de artĂculos cientĂficos bioRxiv, en el que los textos aĂşn no han sido sometidos a revisiĂłn por parte de otros expertos.
Los investigadores explican que han desarrollado un candidato a vacuna que introdujo anticuerpos neutralizantes especĂficos del SARS-CoV-2 en ratones, ratas y en primates no humanos. Estos anticuerpos neutralizaron diez cepas representativas del virus.
Esto -argumentan- apunta a una posible capacidad de neutralización del virus más amplia contra las cepas que circulan por todo el mundo.
La inmunizaciĂłn con dos dosis diferentes proporcionĂł una protecciĂłn parcial o completa a los macacos. La posterior vigilancia de signos clĂnicos, del Ăndice hematolĂłgico y bioquĂmico o el análisis histopatolĂłgico en los animales sugiere que es segura.
«Este candidato a vacuna de virus de SARS-CoV-2 inactivado purificado (PiCoVacc) confiere protecciĂłn completa en primates no humanos contra cepas de SARS-CoV-2 que circulan en todo el mundo al provocar respuestas humorales potentes desprovistas de inmunopatologĂa», se lee en la conclusiĂłn del texto publicado en bioRxiv.
La revista Science
La revista Science, en su apartado de noticias, se hace eco de este artĂculo en bioRxiv y explica que los experimentos se hicieron con ocho macacos, a los que administraron las dos dosis diferentes de la vacuna.
Tres semanas más tarde, los investigadores introdujeron el SARS-CoV-2 en los pulmones de los monos a través de tubos en sus tráqueas y ninguno de ellos desarrolló la infección.
Los monos que recibieron la dosis más alta de la vacuna tuvieron mejor respuesta: siete dĂas despuĂ©s de que los animales recibieran el virus, los cientĂficos no pudieron detectarlo en la faringe o en los pulmones de ninguno de ellos.
Algunos de los animales a los que se les administró la dosis más baja tuvieron un repunte de la carga viral, pero también pudieron controlar la infección.
Sin embargo, a los animales control -a los que no se les administrĂł la vacuna- desarrollaron altos niveles de ARN viral y una grave neumonĂa.
«Los resultados nos dan mucha confianza» de que este candidato a vacuna funcionará en humanos, apunta Meng Weining, de Sinovac Biotech y autor de este artĂculo.
Las pruebas en humanos en base a este trabajo comenzaron el 16 de abril.

Para comentar este artĂculo, la revista Science recogiĂł la opiniĂłn de Douglas Reed de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), que tambiĂ©n está desarrollando una vacuna: «el nĂşmero de animales es demasiado pequeño para producir resultados estadĂsticamente significativos», alerta.
Añade que el equipo de Douglas Reed tambiĂ©n tiene un manuscrito en preparaciĂłn que plantea preocupaciones sobre la forma en que el equipo de Sinovac Biotech aumentĂł el stock de nuevos coronavirus utilizados para desafiar a los animales: «puede haber causado cambios que lo hacen menos reflejo de los que infectan a los humanos», sostuvo.
El artĂculo de Science, firmado por Jon Cohen, dice que «otra preocupaciĂłn» sobre este reporte chino anida en que «los monos no desarrollan los sĂntomas más graves que el SARS-CoV-2 causa en los humanos».
Asimismo, que los investigadores de Sinovac reconocen en el documento que «todavĂa es demasiado pronto para definir el mejor modelo animal para estudiar el SARS-CoV-2», pero señalaron que los macacos rhesus no vacunados que reciben el virus «imitan sĂntomas similares al COVID-19».
El estudio tambiĂ©n abordĂł las preocupaciones de que la protecciĂłn parcial podrĂa ser peligrosa. Experimentos anteriores en animales con vacunas contra los coronavirus relacionados que causan el sĂndrome respiratorio agudo severo y el sĂndrome respiratorio del Medio Oriente habĂan encontrado que los niveles bajos de anticuerpos podrĂan conducir a respuestas inmunes aberrantes cuando un animal recibiĂł los patĂłgenos, mejorando la infecciĂłn y causando patologĂa en sus pulmones.
Pero el equipo de Sinovac no encontrĂł ninguna evidencia de daño pulmonar en animales vacunados que produjeron niveles relativamente bajos de anticuerpos, lo que «disminuye la preocupaciĂłn por la mejora de la vacuna», dice Reed. «Sin embargo, aĂşn queda mucho trabajo por hacer».
El SARS-CoV-2 parece acumular mutaciones lentamente; aun asĂ, las variantes pueden suponer un desafĂo para una vacuna.
En experimentos con probetas, los investigadores de Sinovac mezclaron anticuerpos tomados de monos, ratas y ratones que recibieron su vacuna con cepas del virus aisladas de pacientes con COVID-19 en China, Italia, Suiza, España y el Reino Unido. Los anticuerpos «neutralizaron» todas las cepas, que están «muy dispersas en el árbol filogĂ©nico», anotaron los investigadores.
«Esto proporciona una fuerte evidencia de que el virus no está mutando de una manera que lo harĂa resistente a la vacuna anti-COVID19», tuiteĂł el inmunĂłlogo Mark Slifka de la Oregon Health & Science University.
Sinovac es un fabricante de vacunas experimentado: ha comercializado vacunas virales inactivadas para la enfermedad de manos, pies y boca; hepatitis A y B; y gripe H5N1 o gripe aviar. Pero Meng dice que podrĂa producir, como máximo, aproximadamente 100 millones de dosis de la vacuna y podrĂa necesitar asociarse con otros fabricantes si la vacuna COVID-19 de la compañĂa resulta segura y efectiva en ensayos en humanos.
Recientemente, la compañĂa comenzĂł los ensayos clĂnicos de fase I en la provincia de Jiangsu, al norte de Shanghai, cuyo objetivo es evaluar la seguridad y las respuestas inmunes en 144 voluntarios.
Un nĂşmero igual de participantes recibirá las dosis altas y bajas o un placebo. Aunque los placebos no se usan tĂpicamente en los estudios de fase I, que no evalĂşan la eficacia, Meng dice que esto puede ayudar a evaluar mejor si la vacuna causa algĂşn efecto secundario peligroso.
La compañĂa espera comenzar estudios de fase II a mediados de mayo que tengan el mismo diseño, pero que inscriban a más de mil personas, y que los resultados estarán listos para fines de junio.
Si todo va bien, dice Meng, Sinovac buscará lanzar ensayos tradicionales de eficacia de fase III que comparen la vacuna con un placebo en miles de personas.
La compañĂa tambiĂ©n ha discutido unirse a los ensayos internacionales de vacunas organizados por la OrganizaciĂłn Mundial de la Salud (OMS).
Dado el bajo nivel de transmisiĂłn que ahora se produce en China, la compañĂa está considerando aĂşn más ensayos de eficacia en otros paĂses que se ven más afectados por el virus. «No podemos poner todos nuestros huevos en una canasta», dice Meng.
Para obtener rápidamente más datos de eficacia despuĂ©s de los ensayos de fase I y II y potencialmente ayudar a las personas, Meng dice que Sinovac puede solicitar a las agencias reguladoras en China y otros paĂses autorizaciĂłn de emergencia para dar la vacuna a las personas con alto riesgo de infectarse, como los agentes de aduanas y agentes de policĂa que generalmente no usan el equipo de protecciĂłn utilizado por los trabajadores de la salud.
SegĂşn la OMS , otras seis vacunas entran en ensayos en humanos a partir de hoy 23 de abril, y otras 77 siguen en desarrollo.

La gran mayorĂa de estas vacunas utilizan las herramientas modernas de la ingenierĂa genĂ©tica (solo cuatro dependen de la tecnologĂa de inactivaciĂłn anticuada), pero Meng dice que lo que finalmente importa es si una vacuna es segura y efectiva, no cĂłmo se fabrica.
«No nos estamos comparando con nadie», dice Meng. «En esta situaciĂłn de pandemia, lo más importante es fabricar una vacuna, no importa quĂ© tipo de vacuna sea, es segura y efectiva lo antes posible», concluye el artĂculo firmado por Jon Cohen.
fuente acento.com.do
