Una dieta equilibrada es importante para mantener una buena salud durante la infancia.
En la etapa escolar, desde los 6 a los 12 años, la correcta alimentación cobra aún más importancia, ya que los niños se enfrentan a una la actividad física y mental que supone la jornada escolar.
Especialmente en este ciclo académico a distancia, se deben incluir en la dieta aquellos alimentos que favorezcan el buen funcionamiento del cerebro.
Pediatras de la www. guiainfantil.com compartieron las claves que los padres deben tener en cuenta a la hora de pensar en los menús que preparas a tus hijos.
Una dieta equilibrada debe incluir alimentos de los grupos más importantes, suficientemente variada como para suministrar todos los nutrientes esenciales.
En la medida de lo posible, los alimentos deben ser lo menos procesados o refinados posible, evitando la sal, los azúcares añadidos y las grasas saturadas y modificadas.
Con relación a los dulces, la idea no es privar al niños de comerlos, sino escoger los más saludables.
La proteína
Debe consumirse, en pequeñas porciones, pero en cada comida. Puede ser de procedencia animal o vegetal. La proteína animal suele ser de elevado valor biológico, al contener gran parte de los aminoácidos esenciales para el organismo.
En el caso de la proteína vegetal, su valor biológico es más reducido. Las legumbres, por ejemplo, son una fuente de proteína que, si se combina con los cereales, alcanza un valor biológico similar al de la proteína animal.
Los carbohidratos
Pueden ser simples o complejos. Los carbohidratos sencillos, procedentes, no solo del azúcar, sino también de cereales refinados, no deben superar el 10% de la ingesta calórica total. Los complejos, procedentes de cereales integrales, leguminosas o de las papas, deben ser la base de la dieta infantil. De hecho, las dietas bajas en carbohidratos no son apropiadas en estas edades.
Para beber, agua
Hasta dos litros al día, dependiendo de la edad.
Evitar los zumos y los refrescos en las comidas.
Deben consumirse al menos cinco raciones diarias de frutas y verduras, preferiblemente crudas, porque, además de fibra, proporcionan vitaminas y minerales y fitonutrientes. Las frutas también son fuente de azúcares sencillos, por lo que son especialmente útiles para proporcionar energía de manera inmediata.
Es importante, además del aporte energético, mantener un patrón de 5 o 6 comidas al día, para que el aporte de glucosa, el alimento del cerebro, se mantenga lo más constante posible.
Las grasas
A pesar de su mala fama, son necesarias para el crecimiento y, por supuesto, porque proporciona energía, por lo que los productos bajos en grasa no son los más apropiado durante la infancia.
La procedencia de la grasa, sin embargo, es de gran importancia.
Los pescados, por ejemplo, contienen grasas poliinsaturadas, con ácidos grasos omega 3 y 6 que si bien no todos son esenciales para el organismo, son una de las grasas más saludables.
Asimismo, el aceite de oliva y los frutos secos contienen también grasas saludables, monoinsaturadas en la mayoría de las ocasiones.
Las grasas saturadas, por ejemplo, en las partes más grasas de las piezas de carne, o las trans o modificadas, presentes en muchos productos de bollería, son las principales a evitar.
fuente hoy.com.do
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