La justicia chilena ordenó restituir a la familia del exdictador chileno Augusto Pinochet cerca de US$4,8 millones y 24 inmuebles embargados en el marco de una extensa investigación por malversación de fondos públicos. Respecto de la devolución de bienes incautados a los herederos de Pinochet, “el fallo determina que no es posible mantener dicha retención por encontrarse fallecido el responsable del eventual delito”. La polémica no se hizo esperar. “¡Inaceptable! Mujer e hijos de Pinochet se lucran con dinero de todos los chilenos y que es producto de un delito”, criticó el diputado del Partido Comunista Hugo Gutiérrez, abogado querellantes en varias causas judiciales contra Pinochet.
El caso se abrió tras el hallazgo de casi un centenar de cuentas secretas en el Riggs Bank de Washington y otras entidades bancarias, en las que, con complicidad de su familia, Pinochet ocultó casi unos US$20 millones a través de intrincadas maniobras financieras.
Según las investigaciones, la compleja trama financiera para ocultar esa fortuna en el exterior comenzó a tejerse en 1981, en plena dictadura de Pinochet, quien tras entregar el gobierno en 1990, se mantuvo durante los ocho años siguientes en la comandancia en jefe del Ejército.
Aunque el valor real de la fortuna del exdictador sigue siendo un misterio, investigadores chilenos determinaron que, durante sus 17 años como dictador, Pinochet acumuló un patrimonio que la justicia avaluó en US$21,3 millones.
“Parte de su fortuna la invirtió en propiedades que sólo han aumentado su valor y que, según expertos, hoy costarían unos US$28 millones. A eso hay que agregar US$3,1 millones que la familia de Pinochet obtuvo de ventas inmobiliarias, US$5 millones en depósitos que están embargados y US$5,4 millones cuyo destino es desconocido”, reveló un informe del Centro de Investigación Periodística (Ciper).
Por este caso, Pinochet fue desaforado en su calidad de expresidente y alcanzó a estar algunas semanas bajo arresto domiciliario, antes de que fuera sobreseído tras su muerte, a los 91 años, por un infarto en 2006.
fuente elespectador.com
