Por Rafael Aridio Hidalgo G.

La sucursal del Banreservas
funciona aquà desde hace cerca de diez años o más, y a juzgar por la opinión de
los usuarios o clientes, la cantidad del personal de cajas es insuficiente para
atender a la demanda diaria que tiene ese banco aquĂ.
En los actuales momentos se forman extensas
filas en torno al edificio del Banreservas de esta ciudad, ubicado en la calle
Duarte, en donde los que va allĂ en busca de servicios, se exponen a todas las inclemencias del tiempo.
Pero pese a todos los esfuerzos
organizativos que hacen los oficiales y empleados bancarios en esta sucursal, realizar allĂ una operaciĂłn
de depósito, cambio de cheque o recibir otro servicio, se torna una pérdida de
tiempo de hasta dos horas, porque todas esas operaciones la deben hacer dos
personas, que son los dos Ăşnicos cajeros que tiene este banco.
A toda esa situaciĂłn, centrada
en la estrechez del local y la carencia de persona en el área de caja, hay que
sumarle que a esta sucursal de Banreservas acuden en busca de servicios, los
comerciantes, asà como los maestros, conserjes, médicos, enfermeras y empleados
de otras entidades pĂşblicas de este municipio, incluyendo los de otras
comunidades cercanas, perteneciente a la provincia La Vega, como son Jima Arriba, Jima Bajo y RincĂłn.
Los moradores de aquà están
ansiosos de que los trabajos de remodelaciĂłn y ampliaciĂłn del banco de Reservas
continĂşen a pasos acelerados, para tener habilitado cuanto antes una sucursal bancaria
más amplia y ágil en el servicio al cliente.
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