Washington, Estados Unidos, 23 may (EFE).- La primera propuesta presupuestaria del presidente de EE.UU., Donald Trump, prioriza la ciberseguridad, la lucha contra el narcotráfico y el combate a la inmigración irregular, un cambio que cumple con el enfoque del mandatario de “mano dura” contra el crimen.
El presupuesto, que debe ser aprobado por el Congreso y podría sufrir cambios, concede 27.700 millones de dólares al Departamento de Justicia, lo que supone un descenso del 3,8 % con respecto del año anterior, cuando la partida presupuestaria era 1.100 millones de dólares mayor.
A pesar del descenso general, el presupuesto recoge una petición de 198,5 millones de dólares para combatir el crimen violento, 144,9 millones de dólares para hacer cumplir las leyes migratorias y una partida de 98,5 millones de dólares para seguridad nacional, sección en la que se incluye la ciberseguridad.
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En un encuentro con la prensa para presentar el presupuesto, el “número dos” del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, consideró que el presupuesto elimina “deficiencias” de la central, en Washington, y otorga más recursos a las fuerzas del orden que, cada día, protegen a los estadounidenses sobre el terreno.
“El presupuesto cumple con las promesas del presidente y del fiscal general, Jeff Sessions, para luchar contra el terrorismo, para reducir el crimen violento, para acabar con el tráfico de drogas, para mejorar la seguridad fronteriza y para hacer cumplir nuestras leyes migratorias”, subrayó.
Al respecto, Rosenstein incidió en que los 144,9 millones de dólares destinados a inmigración servirán, entre otras cosas, para contratar 75 jueces migratorios, lo que agilizará las decisiones sobre deportaciones o peticiones de asilo y ampliará a 449 la plantilla de magistrados migratorios.
Además, si el Congreso aprueba el presupuesto, el Departamento de Justicia podrá contratar a 70 nuevos fiscales auxiliares que serán enviados a la frontera con México.
Buena parte del presupuesto (198,5 millones de dólares) está dedicado a luchar contra el crimen violento, un mal que se ha incrementado un 3 % entre 2014 y 2015, el mayor aumento en 24 años, según datos del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
En esa partida se incluye una petición de 59,4 millones de dólares para combatir el narcotráfico y la venta en el mercado negro de analgésicos y heroína, cuyo consumo las autoridades califican de “epidemia” por haberse cobrado en los últimos años un número creciente de vidas.
Buena parte de ese presupuesto servirá para financiar a la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), que enviará a “ubicaciones clave en el extranjero” equipos de investigación con la misión de atacar a las organizaciones criminales e interceptar la droga antes de que llegue a Estados Unidos. EFE
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